movimientos profundos, lentos, inexorables,
cambios venerables por su misterio sensible
y no comprensible, por su potencia inasible:
mis pies echan raíces, conocen tierra rica,
no se osan explicar el amar de los nutrientes
que los entran, fluyendo de corrientes subterráneas,
nacidas de entes soberanos integrados a las profundididades;
su leche mamada alimienta al flujo
sus lágrimas apreciadas dan espesura rica
su sangre derramada fecunda nueva vida
nacida integrada al porvenir sísmico surgiendo
del pasado cósmico
me tranquilizo, la paz me permite
abrirme, rendirme para que me entre,
me re-ancle y me recentre la energía de aquellos entes
estos entes aquí y ahora y allá y siempre presentes,
fuentes de fuerza vital y de repente destructiva
para que viva la transformación, la re-alineación
de continentes, el quiebre que abre grietas para nuevas vertientes
que me riegan y me sostienen aquí en quietud creadora.